Insomnio

"Los que duermen no pueden vivir mucho tiempo con un insomne. Es como vivir con algo sobrenatural: la gente normal comienza a sentirlo como una sombre en sus vidas". R. Aickman.

martes, 21 de julio de 2009

De hombrecitos y héroes: enseñanza, aprendizaje y nuevas tecnologías.

“Otras muchas leyendas, ¡oh, Femio!, conoces de guerreros y dioses, que hechizan las mentes humanas”. Homero, La Odisea.


¡Qué vigencia tiene este fragmento de Homero! Quizá la última leyenda (narración me gusta más para este caso) en términos de renovación educativa sean las nuevas tecnologías con las cuales intenta(re)mos hechizar las mentes de nuestros alumnos. Y empleo el verbo hechizar con un significado que no debe quedar reducido al de captar la atención, actividad ya de por sí titánica, digna de epopeyas homéricas para el docente de hoy, y a la que hace referencia Edith Litwin como el desafío del docente actual, sino a otros más profundos, y quizás hasta más “titánicos” para los profesores de comienzos del siglo XXI.
El diálogo entre pedagogía y nuevas tecnologías evoca esencialmente un lenguaje para que los docentes podamos reaprender a habitar la pedagogía. Se habla de que hay un desarraigo del pensamiento en la escuela. Pero no es posible todavía hablar de desarraigo de aquello que aún no hemos habitado, de aquello sobre lo cual recién estamos comenzando. Mirar la realidad es, siguiendo al poeta Schelling, enfrentarse a algo que de modo inmediato se nos muestra como opaco, permanentemente cerrado, impermeable. Las TIC, aparentemente poco permeables a las modalidades de trabajo generalizadas en la escolaridad media común, nos arrancan de una vinculación con el pensamiento y conocimiento establecidos, de las conexiones y actividades habituales. Parece que las Tic nos interpelan abriéndonos un mundo (de significaciones desplegadas, de cajas chinas o hipertextos) en el que resuena también nuestra condición de docentes aún aferrados a las condiciones de la escolaridad moderna y a sus tecnologías, en particular, al querido libro.
Con G. Agamben, en Estancias, Pretextos, España, 2001, podemos afirmar que “solo si somos capaces de entrar en relación con la irrealidad y con lo inapropiable en cuanto tal, es posible apropiarse de la realidad y de lo positivo”. Forjar una nueva, innovadora realidad desde el lenguaje de las nuevas tecnologías, lo irreal para muchos todavía, implica un salto cualitativo que las condiciones externas que presentan los colegios – falta de computadoras por alumnos, ausencia de insumos, reduccionismo en su carga horaria, etc.- no están dispuestas por el momento a permitir. O será, como indica J. Bruner que “Los humanos mostramos, contamos o enseñamos algo a alguien sólo porque primero reconocemos que no saben o que lo que creen es falso. El hecho de que los primates no humanos no atribuyan ignorancia o falsas creencias a sus crías puede, por tanto, explicar la ausencia de esfuerzos pedagógicos, ya que es sólo cuando se reconocen estos estados que intentamos corregir la deficiencia a través del modelado, la explicación o la discusión.”. Jugando un poco con el concepto, podemos decir: los docentes no mostramos, contamos o enseñamos TIC porque no sabemos o no contamos aún con certezas en cuanto a su implementación, y cómo esta influirá en nuestra enseñanza.

En lo personal, el material teórico consultado para este módulo me aportó interrogantes sustantivos. Logró instalarme en temas sobre los cuales hasta el momento no me había preguntado directamente. Dos que pueden funcionar como epítome de lo leído son:
¿Qué procesos cognitivos ponen en marcha las actividades que proponemos en las escuelas con las TIC?
¿Qué concepción del proceso enseñanza-aprendizaje pone de manifiesto nuestras aplicaciones de las nuevas tecnologías?
¿Qué tiene para aportar Lengua y Literatura a estos procesos? Me pregunto como docente del área.
Estos interrogantes implican un empleo consciente de las TIC. Asunto para nada menor.

A manera de síntesis, podríamos extraer algunas conclusiones básicas, surgidas de las lecturas realizadas:
* Falta, en los distintos niveles educativos, que nos hagamos preguntas acerca de la relación que los docentes podemos establecer con estas nuevas tecnologías.
* Estas nuevas tecnologías impactan de alguna manera en los procesos cognitivos de quienes las emplean. Crean subjetividades. Tienen influencia en nuestra cultura, y viceversa. En síntesis, es imposible obviarlas.
* Las TIC no son herramientas de distribución de la información únicamente. Este uso instrumental las restringe, y así las empobrece. Su empleo no es neutral, requiere de un posicionamiento por parte de los docentes en cuanto a sus aplicaciones. Y de políticas educativas.

Considero que el desconocimiento presente en la mayoría de los docentes acerca de estas cuestiones vinculadas a las nuevas tecnologías no ha sido considerado y aprovechado –incluso- pedagógicamente por las políticas educativas. Esta deficiencia puede convertirse en una potencia.
Hemos leído que la novedad de las diversas tecnologías que han aparecido a lo largo de la historia ha definido el tono, el estilo y los hábitos, incluso en aquellos espacios que no han podido apropiárselas realmente. Una hegemonía cultural se sostiene en la acumulación material pero también en la educación del gusto por los usuarios. Aquí es necesario que entre a pensarse el rol de los docentes y las nuevas tecnologías. ¿Cómo hacer intervenir en la escuela la riqueza que estas nuevas herramientas en los procesos de enseñanza-aprendizaje? El cine, la televisión han sido resistidos pero también ya han sido apropiados e integrados con diversos niveles de aprovechamiento didáctico. Por el momento, la discriminación de las TIC es un rasgo recurrente. Las condiciones externas- entendidas según Gagné- no son las más propicias para que se produzca un proceso de aprendizaje, hoy en la Argentina de virus, recesión y apatías. Así como a comienzos del siglo pasado, oleadas inmigratorias – juego con la dicotomía planteada durante el curso entre nativos e inmigrantes digitales, aceptada por unos y denostada por otros - debilitaban los cimientos de la nación según lo entendían los intelectuales de la época, provocando una corrupción de la lengua nativa, y las estatuas se volvían elocuentes objetos que influían en la imaginación de las nuevas generaciones, hoy , en las escuelas hay nuevos “inmigrantes” que vienen a proponernos su lenguaje y a derribar aquellas antiguas estatuas del Estado-Nación. Hay que darles lugar, en nuestras reflexiones y en nuestras prácticas.
Imaginar una escuela en donde la implementación de TIC sea moneda corriente es aún un ejercicio de ficción cultural. Pero varios profesionales de la educación ya comenzaron; otros realizamos nuestros primeros balbuceos.
Aún soy un extranjero en estas cuestiones. Pero siento que, de a poco, esto está cambiando.



Bibliografía
Litwin, E. De caminos, puentes y atajos: el lugar de la tecnología en la enseñanza.
Adell, J. Tendencias en educación en la sociedad de las tecnologías de la información.
Perkins, D. La teoría Uno y más allá de la teoría Uno.
Salomón, G. Las diversas influencias de la tecnología en el desarrollo de la mente.
Urbina Ramírez, Santos Informática y teorías del aprendizaje.
Bruner, La Educación, puerta de la Cultura, capítulo 2, Edit. Visor.

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